El jueves se inauguró en la Casa de Cultura de Pola de Siero una exposición, comisariada por Luis Feás Costilla, que reúne por primera vez la obra del artista a lo largo de su década de formación y crecimiento.
Los espectadores podrán observar la consolidación del mundo pictórico de Sierra a través de dibujos, pasteles, guaches y acuarelas, incluso varios óleos sobre lienzo, bocetos y apuntes.
En el conjunto de obras se pueden reconocer las claves de su estilo "más pictórico que lineal, o más dionisíaco que apolineo" a juicio de Luis Feás. Añade que "frente a la razón, el pintor asturiano siempre ha opuesto el instinto y el sentimiento, frente a lo racional lo irracional, frente al orden el desorden, frente a lo lógico lo contradictorio, frente a lo consciente lo inconsciente, frente a la temporalidad caduca la eternidad de lo efímero, frente a la esencia la existencia y las vivencias personales, frente a lo claro lo oscuro y frente a lo acabado lo inacabado" fruto de una "actitud contemplativa" en la que "el objeto no aparece aisladamente, sino como formando parte de una pluralidad de objetos en evidente discontinuidad lineal".
Completando la selección encontramos dos obras posteriores, ya con los rasgos que caracterizan el realismo de Sierra: el autorretrato "Soy, no estoy" (1980) y "Casa familiar" (1987)
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