Visita a la Catedral de Oviedo

El año pasado la Catedral de Oviedo comenzó a cobrar entrada. En un primer momento me indigné pues me parecía injusto tener que pagar 7€ por poder disfrutar del gótico. Soy consciente de la dificultad de mantener un edificio así y del enorme gasto que ello supone. El mantenimiento del patrimonio es caro y para poder disfrutar de él debemos colaborar todos. El problema no es el tener que pagar entrada, si no que a mi juicio, es un precio elevado, sobre todo para aquellas personas que visitan con regularidad la Catedral. No hay nada mejor que pasear por las naves góticas para encontrar la calma. Sin embargo, cabe la posibilidad de solicitar una tarjeta anual que pagando una cuota de 8€ te permite visitar con total libertad la Catedral durante un año. La página Web indica que es para residentes en Oviedo pero considero que sería mejor que estuviera al alcance de todos los asturianos o al menos de los que viven cerca de la ciudad. 

Por fin, aprovechando la Semana Santa, me acerqué a la Catedral decidida a aportar mi granito de arena. He de decir que quedé sorprendida con la visita. La Catedral está a la entera disposición del visitante: Claustro, Cámara Santa, Museo de la Iglesia, Cripta de Santa Leocadia... Cosas que antes resultaban más difíciles de visitar y por las que tenías que pagar entrada a parte. Otro detalle que me encantó fue que el retablo mayor estaba encendido para todo el mundo. Se acabó el iluminarlo con monedas, método que aunque permitía un importante ahorro de luz, no permitía al visitante la observación detenida del mismo, y mucho menos, una explicación de su programa iconográfico. 

Además la visita se puede realizar con audioguía sin ningún coste adicional, también incluido en el precio de la entrada. 

En resumen, creo que la visita a la Catedral ha experimentado una notable mejoría y aunque yo iba dispuesta a hacer una feroz crítica por el elevado precio de la entrada (hay que pensar en que no todo el mundo puede permitirse la entrada) he de reconocer que se ve compensado por la calidad de la visita.